Presentamos la cápsula de edición limitada: tradición alpina renovada con un espíritu californiano. Curling ha sido fundamental para el rico legado de Bally, desde que se lanzó el calzado Curling de invierno (una bota para después de esquiar) poco después de acompañar al equipo suizo en los Juegos Olímpicos de Invierno de Cortina d’Ampezzo, Italia, en 1956. Estas botas para fuera de las pistas han pasado a convertirse en un emblema de Bally, aunando estilo moderno y herencia artesanal desde hace más de 70 años. Ahora, Suiza se encuentra con el oeste americano del mismo modo que los reputados modelos de invierno se encuentran con detalles sorprendentes: imagina emblemas universitarios, motivos bordados y exclusivas combinaciones de tejidos.